Conflicto o Solución

¿Qué te pasa por la cabeza cuando escuchas la palabra conflicto?, por experiencia te diré que la mayoría tendemos a evitarlos a toda costa, reprimiendo incluso lo que queremos con tal de que no se den.

Nos resulta desagradable “confrontar” porque nos saca de lo conocido, de la creencia  colectiva acerca de que “es mejor no discutir”, que probablemente acompaño tu educación, de la mía recuerdo frases como: “no te vayas a enfadar”, “dos no discuten si uno no quiere”, “el mejor conflicto es el que no se tiene” o “en todo conflicto ya sabes,… uno gana y otro pierde”.

Con seguridad, tendrás miedo al conflicto si te ha pasado que viviste situaciones en las que se dio con agresividad, turbulencias, reproches o daño emocional.

Pero, ¿y si supieras conectar con la oportunidad de cambio tan valiosa que entraña cada conflicto que llega a tu vida?, ¿tratarías de desaprovecharlo?.

Es a través del conflicto que podemos observarnos, descubrir cuáles son nuestras necesidades y las del otro, expresar nuestros sentimientos y hacernos peticiones que sirvan para atender nuestros deseos presentes. ¿Dónde queda toda esta riqueza cuando no puedes mirarlo?. Las personas y las organizaciones crecemos con las crisis y es así, no existe la evolución si todo está permanentemente en calma.

Desde mi infancia, tuve la experiencia de vivir no pocos conflictos con dolor, y posteriormente de temerlos. Cuando descubrí que no tiene porqué ser así si aprendes a gestionarlos, cada conflicto es una ocasión para hacer un alto en el camino, conectar con lo que necesito y valoro, identificar las emociones que se mueven y asumir los cambios que estoy dispuesta a hacer y a pedir. Y sé que no mirarlos, me lleva a estancarme en una calma relativa, consciente de que todo conflicto vuelve a emerger porque quiere ser escuchado.

Te propongo que la próxima vez que te sientas en conflicto, abras tu mente a las soluciones que te entrega. O puedes seguir parado en la creencia de que no es más que un mal momento a eludir como poco, a costa tuya.

¿Te está pasando que no sabes cómo gestionar un conflicto?