En verano, recupera tu bienestar personal y profesional

 

Hacernos responsables de nuestro tiempo de disfrute y descanso, es lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos.

 

Producir más y más, en ningún caso es sinónimo de efectividad y eficiencia, si no que más bien puede poner en peligro el que tengamos salud, rindamos de forma óptima y sepamos adaptarnos a las actuales y cambiantes circunstancias laborales.

Sin embargo, cada vez hay más personas con dificultades para desconectar de su profesión, situación que ha empeorado desde el aumento del teletrabajo a causa de la pandemia.

 

Primer paso, ser consciente de que procurar la desconexión es cosa de todos.

Al igual de las organizaciones han de respetar los tiempos de respiro para el bienestar de sus empleados, nosotros mismos también hemos de darnos permiso para desvincularnos del trabajo.

Porque somos seres humanos, y no máquinas, es imprescindible que durante el año tengamos momentos de recuperación física y mental, a través del gozo, la relajación, el movimiento y el cultivo de unas buenas relaciones personales.

 

Asumir las consecuencias negativas de no hacerlo.

¿Qué sucede cuando en la agenda diaria no hay espacios para el placer y las vacaciones?

  • La salud física y emocional empeoran en forma de cansancio, dolores musculares, estrés ansiedad, tristeza o lo que es peor de enfermedades.
  • Se deterioran nuestros vínculos.
  • Nos cuesta pensar, innovar, ser creativos y rendir con fluidez.
  • Sentimos insatisfacción y estar atrapados en un tiempo sin límites entre las obligaciones y la despreocupación.

 

Aprovecha la oportunidad que te brinda el período estival.

El verano nos invita a salir, divertirnos, a probar cosas nuevas, tanto si estás de vacaciones como si trabajas puedes hacerlo al finalizar tu jornada.

Son unos meses ideales para crear planes apetecibles que nos ayuden a soltar a nuestro yo profesional. Comprobarás que cuando te garantizas oportunidades de entretenimiento, estás más vital y con la energía suficiente para cada día, y que estas paradas técnicas son necesarias tanto para ser felices, como para volver al trabajo en plenas facultades.

 

Tienes muchas claves a tu alcance para conseguirlo, elige las que más van contigo.

Practica:

  • Stop pensamientos profesionales: ¿con quién estás cuando estás en tu tiempo libre? intenciona enfocarte en lo personal y deja pasar las preocupaciones laborales, o de lo contrario en lugar de compartir buenos ratos contigo mismo o con los demás, seguirás enganchando a tu espacio de trabajo.
  • Libérate de creencias limitantes del tipo “no sé estar sin hacer nada”, o “soy imprescindible en mi trabajo”, porque si lo piensas tu mente se lo creerá. Mejor descubre tus hobbies y aprende a delegar en otras personas.
  • Dale quietud a tu sistema nervioso, alejándote del ruido, las pantallas o la hiperactividad, y si te atreves, apaga tus redes sociales y pon en valor en qué eliges emplear tu preciado tiempo.
  • Come sano y respeta tu sueño.
  • Encuentra qué es lo que más te gusta hacer y hazlo.
  • Cultiva la atención plena en el presente.
  • Configura tus comunicaciones profesionales para incomunicarte al terminar tu jornada.
  • Crea rituales de desvinculación: elige lugares y rodéate de gente “vitamina”, cámbiate de ropa y no tengas a la vista tus herramientas laborales. Que tu cuerpo se entere que hay momentos para relajarse y otros activarse.
  • Cuida de tus emociones, y conéctate a la risa y la alegría de vivir siempre que puedas.

 

Las empresas conscientes conocen y procuran los beneficios de la desconexión laboral, del mismo modo, tú también puedes hacerlo, porque conectar contigo y con lo que te gusta es cosa tuya.

 

Ángeles Roa García

Coach&Mentora Laboral

 

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