No rebajes tus metas, aumenta tu voluntad.

 

SACA LA FUERZA DEL QUIERO QUE HAY EN TI

En la era de la inmediatez, cuesta más que nunca desarrollar la fuerza de la voluntad. Nos resulta difícil mantenernos constantes y con determinación para disfrutar de una buena salud, una economía saludable, relaciones positivas y éxito profesional.

 

Voluntad: una habilidad esencial que no te puede faltar

Relacionamos la fuerza de voluntad con “querer hacer algo y hacerlo” y con la intención de conseguir los objetivos que nos hemos propuesto. Para ello hemos de cultivar la capacidad de autogestionar nuestros impulsos, emociones y pensamientos e integrar hábitos al servicio de las decisiones que tomamos para cumplir las metas que nos planteamos a medio y largo plazo.

 

Y, sin embargo, algo nos está fallando

Vivimos en un tiempo que prima y favorece la satisfacción rápida y sin esfuerzo, en el que recibimos demasiados mensajes del tipo: “si lo deseas con esmero y crees que puedes, es tuyo”, “no pierdas tu tiempo, aprende deprisa” o “consíguelo ya”, y luego de pensar que todo es posible bajo esta misma fórmula, nos frustramos porque nuestros deseos no se cumplen, y pensamos que la vida es injusta.

Quienes nos dedicamos al coaching, sabemos que para conseguir lo que te propongas, no basta con identificar lo que quieres y creer que puedes, sino que hay que sumarle la intención de tomar acción y cambiar las conductas que no te favorecen, procurarte los recursos que te ayuden a vencer el dejar para mañana lo que puedes hacer hoy, y abandonar la idea de que tus metas llegarán a ti como por arte de magia.

 

Recupera tu capacidad de esfuerzo

Las personas que saben lo que quieren, enfocan su atención en ello, gestionan sus emociones y elijen sus acciones con consciencia, tienen más posibilidades de alcanzar sus ambiciones.

Es importante conocer, que hay una parte de nosotros que actúa movida por impulsos, que se deja llevar por los estímulos externos y la recompensa inmediata, y otra más sabia, que permite posponer dicha recompensa y protege las metas futuras relevantes, y que cuando se entrena con disciplina, a base de repetir y repetir, como si fuera un músculo, genera buenos resultados, a pesar de que nos cueste un poco más al principio.

Recordemos que nuestro cerebro tiende a hacer lo que le resulta más fácil, cómodo y conocido, y que necesita de un tiempo para acomodarse a los nuevos hábitos que incorporemos en nuestro día a día.

 

¿Cómo hacerlo?

  • Empieza por identificar cuál es la meta más importante a medio largo plazo que te gustaría cumplir e imagina cómo cambiará tu vida cuando la logres.
  • Revisa qué deseos inmediatos te distraen y alejan de ella, y ponlos a dieta.
  • Para reforzar el compromiso contigo mismo, implica a otras personas que te sumen en avanzar.
  • Genera un contexto adecuado y rodéate de quienes estén alienados con tus deseos.
  • Práctica la atención plena y reconoce tus pensamientos, emociones.
  • Aprende a decir no.
  • Alimenta tu cuerpo y tu mente para estar vital, y recuerda que el estrés y el cansancio son las mejores excusas para no hacer lo que te cuesta.
  • Elige los momentos del día, en los que te sientas con más fuerza para integrar nuevos hábitos que te impulsen hacia tu situación deseada.

 

Te garantizo que, si a un quiero, le sumas un puedo, más un lo haré, lo que obtendrás es un consigo, aplicando estos cómo y alineando todas las áreas de tu vida con lo que deseas lograr.

Porque dónde cultivas tu voluntad, el logro florece.

 

Ángeles Roa García

Coach&Mentora Laboral

 

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