Empresas Humanas, adiós a las antiguas políticas de gestión de personal.
Es innegable, estamos aquí, viviendo un cambio de paradigma: hemos pasado de pensarnos Empresas que se ocupaban de gestionar sus recursos personales, a Organizaciones que saben que son sus personas y que el modelo de convivencia colectiva hacia mejores resultados incluye lo emocional además de la gestión de personal.
Durante años trabajé en el área de relaciones laborales y recursos humanos de grandes Empresas del panorama nacional, en donde invertíamos mucho tiempo en los costes de personal, el tipo de contratación o a los planes de formación.
Poco a poco comenzaron a tenerse en cuenta las llamadas competencias emocionales, en el área del trabajo, y este enfoque creado por Goleman y su inteligencia emocional, ha ido dando paso a un hoy por el que siempre me he movido, un modelo de la integración de los sentimientos en las Organizaciones.
Cada vez más Empresas salen de su burbuja pasada e invierten en mejorarse por dentro y contribuir a un cambio en sus cuentas que ya es social.
Me cuesta encontrar las palabras para escribir lo que ha sido pasar en estos años a participar en este cambio de modelo empresarial, como poco humanizante.
Vivo con entusiasmo el encontrarme con Compañías que quieren tener un sentido, en el que la voz de sus empleados cuenta, que fomentan su salud emocional, que quieren que su marca empresarial refleje el alma de sus componentes, que crean tiempos para conocerse, que uno de sus principales valores es poner en el centro a los suyos para contar con su compromiso, que ejercen el liderazgo “para un fin” y cuya base más sólida está en fomentar la confianza.
Recientemente leí este titular: “Hemos pasado de no querer saber mucho de nuestros empleados por si había que prescindir de ellos o cambiar sus condiciones de trabajo, a buscar momentos de verdadera conexión, de hacer piña, entenderles y conocer lo que sienten”.
La tecnología es esencial, pero sólo los sentimientos nos permiten seguir creciendo, y por ahora es una cualidad de la personas.
Si todavía no te has planteado un nuevo modelo de gestión emocional en tu colectivo, es momento de comenzar a transformar estructuras que están obsoletas: bienvenidas Empresas Humanas, adiós a las antiguas políticas de gestión de personal.
¿Quieres ser parte del cambio?